Ladrillos Post-PASO: incertidumbre sobre que hacer con las propiedades

La volatilidad del dólar, el aumento de las tasas, la incertidumbre sobre el rumbo económico y la inseguridad jurídica desalientan las inversiones en negocios de mediano y largo plazo, como los ladrillos. Desarrolladores e inmobiliarias atraviesan el momento post PASO de la misma forma que otros sectores: con incertidumbre.Y las reacciones son de lo más dispares. Por caso, el lunes pasado en una reconocida inmobiliaria recibieron cientos de llamados de gente que quería bajar el precio de su propiedad, otros que pedían retirar el piso de la venta, otros que querían aumentar el precio del alquiler y hasta quienes cambiaban el cartel de alquiler por el de venta. Así y todo -afirma un broker- cerró dos operaciones.

Pero esta última situación no fue la de la mayoría. En el mercado reconocen que muchas de las reservas acordadas en la semana previa a las elecciones fueron dadas de baja. Es decir, hubo inversores y compradores finales que eligieron el camino del wait and see.

Para los desarrolladores y constructores el panorama es igual de cambiante. “Hoy nadie puede decirte el valor de una bolsa de arena”, confiesa un desarrollador. En la misma línea de lo que está sucediendo en otras industrias, no hay precios de referencia.

Sin embargo, según Marcelo Di Mitrio, titular de la inmobiliaria homónima, esta nueva situación tiene que ser leída en el contexto de lo que venía ocurriendo en el mercado. “Arrancamos el 2018 con un dólar a $20 y luego tuvimos un salto del tipo de cambio del 100% en un mercado que se expresa en dólares. Entonces, en la segunda parte del año y en 2019 la actividad estuvo muy mal”, relata. Expone como ejemplo el último relevamiento del Colegio de Escribanos de Ciudad de Buenos Aires que habla de la décimo tercer caída consecutiva de las operaciones y de un 50% menos de actividad, en los niveles de los tiempos del cepo cambiario. “En paralelo, el ticket promedio se corrigió un 21%, con lo que nos achicamos en cantidades y precios”, agrega.

De acuerdo con esto dice que, una vez que pase la volatilidad -que dificulta cerrar las operaciones- y haya cierta estabilidad política, el precio de los inmuebles usados deberá seguir bajando para la esperada reactivación. Santiago Magnin, de la inmobiliaria homónima, opina en igual sentido, pero lo trasladó a lo inmediato. “Con devaluación, gobierne quien gobierne, o bajan los precios de cierre o caen las transacciones y, si los valores de publicación no descienden, seguirán bajando las transacciones. Hay un número invariante de operaciones que se hace sí o sí: estamos hablando de entre 1500 y 2000 ventas al mes, son mínimos históricos para la ciudad de Buenos Aires”, considera.

Alejandra Covello, presidente de Covello Propiedades, las identifica como las “ventas del Registro Civil”. Es decir, aquellas que se concretan por nacimientos, gente que decide irse a vivir sola, casamientos, divorcios y defunciones (sucesiones). Pero incluso esas ventas son difíciles en un contexto desfavorable, según Covello, porque los vendedores tienen sus recaudos. La broker coincide en que los precios también bajarían, pero “lentamente y no en el porcentaje que sube el dólar, porque también hay inflación, por ejemplo, en el costo de construcción”.

Fuente: LA NACION

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