Amplio repudio contra el concejal riojano que exaltó a Montoneros

Una amplia condena cosechó la reivindicación de Montoneros que ensayó días atrás el concejal riojano Nelson Johannesen, del Frente de Todos, reprobación que parece cada vez mayor, a juzgar por los comentarios que dejaron los lectores en la prensa nacional con duras descalificaciones hacia el edil.

El discurso de Johannesen en el Honorable Concejo Deliberante de la capital provincial, fue denunciado en ese cuerpo legislativo por una sobreviviente de dos atentados de Montoneros, Fernanda Eugenia Megías, quien pidió el juicio político y la destitución del edil “por apología del delito”, y lo propio haría esta semana Liliana Saraspe, quien perdió a su padre en otro ataque de esa organización.

Numerosas organizaciones y víctimas de atentados de la guerrilla se sumaron en los últimos días al rechazo contra las penosas expresiones del concejal, que ofenden a todo argentino de bien.

Arturo Larrabure, hijo del coronel Argentino del Valle Larraburu, secuestrado durante un ataque del ERP a la Fábrica de Pólvora y Explosivos de Villa María y asesinado al cabo de un año, fue uno de los que criticó duramente ese discurso en un artículo firmado para este diario.

Larrabure, que es vicepresidente del Celtyv (Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas)- calificó las palabras del concejal como una muestra más de la lógica violenta que fue más amplia que la de “los dos demonios” de la década del setenta y que fue predicada también por políticos y educadores.

En una entrevista con radio Fenix, de La Rioja, Larrabure expresó: “No puedo entender cómo (Johannesen) representa al pueblo. No tendría que estar ni un minuto más en su banca”.

Silvia Ibarzábal, hija del coronel Roberto Ibarzábal, secuestrado en un intento de copamiento de la poderosa guarnición de Azul y asesinado tras un calvario de diez meses, también condenó el discurso del concejal. “Los Montoneros atacaron la patria en plena la democracia. Dejaron cerca de 6 mil víctimas fatales, más una cantidad de discapacitados. Es una falta de respeto absoluto que se vanaglorie a estas personas”, remarcó Ibarzábal, en diálogo con la misma radio.

Ibarzabal -quien es vicepresidenta de la Asociación de Familiares y Víctimas del Terrorismo en la Argentina-aseveró que “estas palabras del concejal nacen del odio”.

Afavita y Celtyv son apenas dos de las organizaciones que cuestionaron las intempestivas declaraciones del edil.

Por ejemplo, de “inexplicable arenga” y “execrable mentira” tildó la Asociación de Abogados por la Justicia y la Concordia las expresiones del concejal, mientras que el Centro de Estudios en Historia, Política y Derechos Humanos de Salta las trató de “escandalosa reivindicación”, y como “una burla” y “una descarada falsificación de la historia”.

Concejales del bloque Juntos por el Cambio en La Rioja también manifestaron su repudio a los dichos de Johannesen, considerando que “quienes no respetan la democracia no deberían integrar los cuerpos democráticos como lo es el Concejo Deliberante”.

Así mismo, el partido provida Unidos por la Vida y el diputado provincial Martín Menem se solidarizaron con las protestas.

Además, organizaciones vecinales de La Rioja se unieron al coro de reprobación y, según trascendidos, pedirían el juicio político, aunque este extremo no pudo ser confirmado por La Prensa.

En cualquier caso, la desaprobación excedió esta vez a las organizaciones de víctimas del terrorismo. Los artículos en la prensa nacional en los que se exponían los exabruptos del concejal causaron de manera similar la indignación de los lectores.

Algunos reprocharon al concejal no dar el ejemplo desde su cargo, otros calificaron de vergonzoso lo que dijo o pidieron su destitución y otros más tacharon sus palabras de discurso de odio. Están los que opinan que el edil no sabe lo que dice, y los que le recuerdan las bombas, crímenes, matanzas a sangre fría, secuestros extorsivos y torturas.

Pocas veces se ha visto una reacción de condena tan unánime ante la exaltación de las organizaciones terroristas, una comprobación que no pasa desapercibida.

Fuente: LA PRENSA

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